Los científicos españoles en Reino Unido piden que se ponga fin a la incertidumbre tras el acuerdo del Brexit

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Javier Escudero, presidente de CERU, reclama que la colaboración internacional en ciencia no se vea afectada tras la salida de la Unión Europea

  •  Hoy se celebra la quinta edición de la Jornada ‘Retos y Oportunidades profesionales para los investigadores españoles en Reino Unido’ organizada por la Fundación Ramón Arecesy la Sociedad de Científicos Españoles en Reino Unido (CERU)
  • Más de 5.000 investigadores españoles desarrollan su carrera en universidades y empresas de Reino Unido.
Ponentes y organizadores de la Jornada Ciencia UK en Madrid

En un momento clave para establecer las relaciones futuras entre Reino Unido y la Unión Europea tras el último acuerdo del Brexit, hoy está teniendo lugar en la Fundación Ramón Areces en Madrid la V edición de la Jornada Ciencia UK, que sirve de escaparate de las oportunidades de desarrollo profesional en el sector de la investigación e innovación en el Reino Unido.

A pesar de la incertidumbre actual, Javier Escudero, presidente de la Sociedad de Científicos Españoles en Reino Unido (CERU), ha afirmado que “en estos momentos el sistema de investigación británico es tremendamente maduro y dinámico y atrae talento desde todos los rincones del planeta”. “Tanto el Gobierno británico como la Comisión Europea se han mostrado interesados en colaborar en ciencia e investigación post-brexit, pero es necesario que tal acuerdo se produzca lo más pronto posible y que permita seguir colaborando en circunstancias lo más similares a las actuales, que se ponga fin así a la incertidumbre”.

La comunidad científica y universitaria británicas son firmes defensoras de las colaboraciones con Europa, y están desarrollando, entre otras acciones, programas de ayuda para las solicitudes de residencia permanente de su personal europeo. Carmen Domene, catedrática de la Universidad de Bath, recalca “el aspecto positivo de la unidad que ha mantenido la comunidad científica en el Reino Unido en su posicionamiento respecto al Brexit, que siempre ha sido unánime. La comunidad científica británica en este sentido tampoco se ha sentido sola y han sido muchas las muestras de apoyo por parte de colegas e instituciones ‘del continente’”.Sara Cebrián, consejera de ciencia e Innovación de la Embajada Británica en España, ha destacado en esta jornada celebrada en la Fundación Ramón Areces cómo “el Reino Unido y España han construido a lo largo de las últimas décadas unas alianzas científicas muy fuertes y de gran nivel. Por ejemplo, España es el segundo país con mayor número de colaboraciones en programas Horizonte 2020 con el Reino Unido. “Queremos que ese excelente nivel de cooperación se mantenga e incluso se fortalezca. El Acuerdo de Retirada que hemos firmado con la Unión Europea es un gran paso en esa dirección, ya que especifica que, tras la ratificación del acuerdo, el Reino Unido seguirá siendo participante de pleno derecho de Erasmus+ y Horizonte 2020 durante toda la duración de ambos programas. Además, el acuerdo garantiza los derechos de los ciudadanos de la UE en el Reino Unido y de los ciudadanos británicos en la UE sigan siendo los mismos”.

Acortar diferencias con Reino Unido

La madurez del sistema de investigación e innovación británico se refleja en la idea, compartida por actores tanto privados como públicos, de que invertir en ciencia e investigación es una apuesta segura. Oscar Marín, director del Centro de Neurobiología del Desarrollo y del Centro del Consejo de Investigación Médica (MRC) para los Trastornos del Neurodesarrollo en King´s College London, ha destacado que “el Reino Unido es hoy en día uno de los lugares más globales, internacionales y abiertos para hacer investigación del mundo. Por poner un ejemplo, en nuestro Centro de investigación (en donde trabajamos alrededor de 180 investigadores y técnicos) somos más de 30 nacionalidades diferentes. El talento es universal, pero hay que crear las condiciones adecuadas para cultivarlo y preservarlo, algo que hasta ahora eso ha hecho muy bien en el Reino Unido”. Sobre las oportunidades en este país, Raúl de la Flor, director de CNS en Pharmidex, ha destacado su experiencia en la investigación preclínica llevada a cabo en la industria, “un ambiente donde se favorece más el esfuerzo colectivo sobre egos individuales. A pesar de haber trabajado para grandes empresas farmacéuticas, los departamentos suelen estar bastante cohesionados y se crean buenas dinámicas de grupo”.

Esta colaboración intersectorial ofrece posibilidades no solo laborales y de proyección de futuro a todos los profesionales de la investigación, sino que favorece el crecimiento personal y el desarrollo de carreras fuera del mundo académico.  Este patrón de movilidad entre academia-industria y el aumento de investigadores en carreras alternativas favorece el enriquecimiento del entramado social. Como Pilar Jericó, presidenta de la Consultora Be Up, destaca “la capacidad de desenvolvernos con éxito en nuestra vida profesional no depende solo de lo que aprendemos académicamente, sino también de la formación o actividades que nos ayudan a crecer como personas”. Lo que se engloba dentro del “curriculum B”, ayuda a entrenar la empatía; ganar capacidad de negociación con los clientes o los jefes; a desarrollar la intuición o a gestionar las emociones”. En este mismo sentido se expresan Xavier Escales, Fundador de la Consultora Always People First, insiste en la importancia de incluir el corazón, no sólo larazón, enla gestión y liderazgo de grupos de investigación y Laura da Silva, Fundadora y CEO de da Silva Advanced Analytics y Fundadora de Inspiring Women in Data Science “conocerse a uno mismo es fundamental para poder elegir tu camino profesional”.

Oportunidades de desarrollo profesional

Las facilidades ofrecidas tanto al emprendimiento y la innovación como en el desarrollo de la carrera investigadora en el país británico contrastan con la situación en España, donde la movilidad entre sectores del sistema de ciencia, Tecnología e Innovación y la flexibilidad en la co-financiación entre universidad y entidades públicas e industria está todavía lejos de la de otros países de nuestro entorno. Según Domene, “el sistema británico facilita y promociona a los emprendedores y la divulgación de la ciencia en la sociedad, que suele apreciar la labor de los científicos. A nivel académico, es posible hacerse un hueco en el sistema incluso siendo extranjero y cumplir con las metas que te marcas de acuerdo a tus inquietudes personales”.

En los últimos años, el gobierno británico ha apostado por aumentar la inversión en ciencia así que los responsables políticos son conscientes de la importancia de la investigación para asegurar el progreso económico y el bienestar del país. Rocío Gaudioso, vicepresidenta de CERU, considera que “la importancia de tener un sistema migratorio que funcione para el sistema de I+D+i y de universidades es una idea muy incrustada en el sector. Son muchas las voces, nosotros incluidos, que pedimos que sea un proceso fácil, rápido y barato, con el fin de reducir al máximo posible la pérdida de talento internacional. Esperamos que el gobierno británico esté escuchando las evidencias que muchos grupos estamos presentando y diseñen un sistema migratorio que funcione para la ciencia”.

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