Plancton: la vida microscópica marina; no los ves, pero están ahí

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¿A quién le gusta el mar? Supongo que a la mayoría! Y si os preguntase por animales o vegetales marinos. ¿Cuáles me diríais? Dejadme adivinar: peces, tiburones, delfines, ballenas, cangrejos, tortugas, algas, medusas… y plancton. ¿PLANCTON? ¿Quién ha dicho plancton? Seguro que un fan de Bob esponja!

Plancton es el término que usamos para definir a aquellos organismos (animales, algas o bacterias) que están suspendidos en el agua y son arrastrados por las corrientes marinas. Normalmente son microscópicos, por eso no los vemos a no ser que tengamos una lupa o un microscopio. Aunque hay algunos bien grandes, como las medusas. ¡Si! Las medusas son parte del plancton, pero yo hoy os voy a presentar a los microscópicos y desconocidos. Son tan pequeños que en una gota de agua hay miles de organismos. Sus formas, tamaños, colores son infinitas, y si no me creéis, comprobadlo por vosotros mismos en Plankton Chronicles ¡Me encanta esta página!

¿Y por qué es importante el plancton? Os podría aburrir con los motivos pero solo voy a comentar tres: son la base de la cadena alimentaria en el mar, producen el 50% del oxígeno que respiramos y producen CO2, uno de los gases causantes del cambio climático (Javier os contó un poco sobre el CO2 en la entrada anterior).

Pero vayamos por partes. Los peces y algunas ballenas se alimentan de fito- y zooplancton. Fitoplancton se refiere al plancton vegetal (que contiene clorofila como las plantas terrestres) y zooplancton al plancton animal. El plancton se encuentra en la base de la cadena alimentaria, es decir, sirven de alimento para los demás animales marinos, directa o indirectamente (Figura 1). Si no hubiese plancton, no habría ningún animal marino tal y como los conocemos hoy en día.

Figura 1. Cadena alimentaria marina

¿Y estos seres microscópicos producen el 50% del oxígeno que respiramos? Pues sí. Al igual que las plantas en el medio terrestre, el fitoplancton produce la fotosíntesis (proceso que conocemos con el término de producción primaria): que es el proceso de producir materia orgánica y oxígeno a partir de luz, CO2 y agua (Figura 2). Y todo el plancton (fito-, zooplancton y bacterias) respira. La respiración es el proceso contrario a la fotosíntesis: es la conversión de la materia orgánica más oxígeno en CO2 y agua.

Figura 2. Ecuaciones de la fotosíntesis y la respiración

Mientras que el plancton necesita la luz para fotosintetizar, la respiración ocurre tanto a la luz como en oscuridad. Esto hace que el fitoplancton sólo sobreviva en las primeras decenas de metros en el océano, hasta donde la luz penetra (menos de 100 m en zonas con aguas muy claras), mientras que el zooplancton y las bacterias pueden vivir tanto a la luz como en oscuridad. Así, en los primeros metros del océano se produce y se consume oxígeno y CO2. En el interior del océano, solo se respira, por lo que se produce CO2 que acidifica el agua pudiendo producir efectos nocivos para los organismos que allí habitan.

En la zona iluminada del océano, si la fotosíntesis es mayor que la respiración, decimos que el océano es productivo. El mar absorbe parte del CO2 de la atmosfera, existe una alta producción de oxígeno y el número de organismos aumenta. Además, en un océano productivo existe mayor concentración de fitoplancton, que servirá de alimento para el zooplancton, luego las larvas de peces y por último los animales superiores (volved a ver la Figura 1, si ya se os ha olvidado). Si por el contrario, la respiración es mayor que la fotosíntesis, existe más producción de CO2 del que se consume, por lo que existe un exceso de CO2 en el océano que al igual que el oxígeno en el caso anterior puede acabar en la atmósfera. En sistemas poco productivos abundan las bacterias y la cadena alimentaria se reduce.

¿Qué factores hacen que la producción primaria y la respiración aumenten? La respuesta es: varios. Por ejemplo, la calidad de la luz, la temperatura, un aumento de nutrientes que pueden venir de la lluvia o de los ríos o de zonas costeras, un cambio en la calidad de estos nutrientes (composición de carbono, nitrógeno y fósforo), entre otros. Y esto es lo que estoy estudiando en estos momentos: cómo afecta la calidad de la materia orgánica en la respiración del plancton y sobre todo en las bacterias. Dentro de poco tendré todos los resultados, por lo que creo que será mejor que esto os lo cuente en una entrada futura. Por ahora, solo quería presentaros al plancton: esos seres microscópicos que pueden ayudarnos a tener un futuro mejor, si empezamos a concienciarnos de que el mar es para disfrutarlo y cuidarlo.

Si os ha picado el gusanillo y queréis saber más del plancton, o del proyecto en el que estoy trabajando podéis ojear la página web del proyecto: Shelf Sea Biogeochemistry. Y no os olvidéis de los distintos episodios en Plankton Chronicles.

Por Dr. Elena García Martín, Investigadora Postdoctoral, Universidad de East Anglia. SRUK Delegación de Cambridge.

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