‘Cartas Vivas’: Rescatando la voz de las artistas olvidadas

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Ayer, CERU asistió a la presentación del proyecto ‘Cartas Vivas’, liderado por Nuria Capdevila-Argüelles, de la Universidad de Exeter, y presentado en la embajada de España. ‘Cartas Vivas’ es un espacio de recuperación necesaria de las historias, voces y presencia de mujeres extraordinarias que participaron en el contexto histórico, social y cultural de España e Hispanoamérica del siglo XX, como señaló Borja Baselga, de la Fundación Santander, que ha hecho posible este proyecto. El proyecto recupera y une sus voces, dándoles nueva vida a través de la interpretación de actrices que se meten en su piel, en sus emociones, en sus luchas.

Las obras de estas mujeres no solo siguen siendo relevantes, sino que son un testimonio de las circunstancias que las silenciaron. En palabras Nuria Capdevila-Argüelles, este proyecto es un ejercicio de traducción: una traducción entre tiempos, del pasado al presente, pero también una traducción del silencio de la memoria a la voz. Acceder a ellas nos permite, por fin, escucharlas y reflexionar sobre este silencio, ofreciéndonos no solo la oportunidad de darle voz, sino también la responsabilidad de hacerlo. No olvidemos que la memoria de estas mujeres es frágil, siempre al borde de la desaparición. En muchos casos, ha dependido de familiares que valientemente decidieron compartir su legado.

Es gracias a la valentía de estos familiares que el proyecto ‘Cartas Vivas’ ha podido acceder a los archivos, rescatar testimonios de la vida artística de estas mujeres —callada antes que silenciada, escondida antes que olvidada— y darles nueva voz y vitalidad. Tal es el caso de Teresa Sánchez-Gavito, quien, junto a Amalia Avia y Delhy Tejero, fue una de las protagonistas del evento. Las tres son artistas que, en diferentes momentos y circunstancias, lucharon por crear un espacio propio para la expresión y, en muchos casos, lo hicieron desde la invisibilidad.

Teresa Sánchez-Gavito, interpretada por Elena Sanz

«Mi marido no sabe que yo pinto», oímos decir a Teresa Sánchez-Gavito, interpretada por Elena Sanz. Una frase que resuena como un eco de tantas creadoras que encontraron en el arte un refugio, pero también un secreto. Crear no solo era un acto de pasión, sino también de resistencia. El dolor del arte reprimido de Sánchez-Gavito exhuma a través de las palabras de su diario, a las que se entregó con avidez como vía de escape de ese fuego creativo interno que no pudo realizar plenamente con la pintura. «Lo que añoro de verdad es lo que no se puede remediar: haber sido hombre» es el testimonio de la dificultad de abrirse camino en un mundo donde la creación artística femenina fue vista como un capricho o una excentricidad reprochable.

Amalia Avia, interpretada por Paula Rodríguez

El caso de Amalia Avia es especialmente significativo. A través de la actuación de Paula Rodríguez, profundizamos en la experiencia de su pintura y en su conflictiva búsqueda del color. Escuchamos su fascinación por los tonos tumultuosos, que la llevaron a explorar con cierto atrevimiento. El inicial «amarillo rabioso», que con el tiempo se vuelve acre, nos revela una lucha constante entre la realidad y la expresión. Se dice que fue una mujer feliz, una que pudo realizarse, pero su batalla cromática interna nos muestra la tensión entre la felicidad y la necesidad de crear, quizás nunca del todo resuelta. La lucha con la obra que «nunca sale», que sigue latiendo incluso cuando se da por terminada, es la esencia del tormento creativo.

Delhy Tejero, interpretada por Sofía Monreal

Por su parte, Delhy Tejero encarna todo lo contrario: es la figura de la mujer moderna y vitalista. Soltera empedernida, como la describió Capdevila-Argüelles, pintora de mujeres que desafiaron las convenciones. A través de la interpretación de Sofía Monreal, nos acercamos a su mundo interior audaz, en el que las mujeres dejan de ser musas pasivas para convertirse en protagonistas de su propio relato. Delhy Tejero pintó la feminidad desde una mirada propia, rompiendo con la tradición impuesta y dejando un legado que, como el de tantas otras, estuvo en riesgo de perderse.

Nuria Capdevila-Argüelles y Elena Sanz en la embajada de España en Londres, presentando el proyecto ‘Cartas Vivas’ y hablando sobre la experiencia de interpretar a estas pintoras

La memoria de estas mujeres, frágil y muchas veces relegada, se recupera gracias a proyectos como ‘Cartas Vivas’, que dan voz a aquellas que antes solo pudieron hablar en sus diarios o a través de sus pinceles. “Desarmarizar” estas mujeres y traer sus voces al presente es devolverles la fuerza y el reconocimiento que merecen, asegurando que su arte y su lucha no sean solo un eco disuelto en la historia, sino una presencia viva en nuestra cultura. En un mundo donde las historias de los hombres han sido predominantes, el esfuerzo por traer a la luz a estas mujeres creadoras es un acto de justicia histórica y un recordatorio de que la lucha por un espacio propio en el arte y en la cultura sigue vigente.

Desde CERU, te invitamos a explorar la biblioteca de ‘Cartas Vivas’, donde las voces de estas mujeres cobran nueva vida a través de sus propias palabras y emociones: https://cartasvivas.org


Por la Dra. Roser López Cruz (@roser.languagecoach), Profesora de Literatura española y Coach Lingüística (ACC), Universidad de Córdoba / King’s College London / University of Westminster.

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