CERU y mi primera experiencia internacional en investigación

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Al igual que yo, la mayoría de las personas que piensan en dedicarse a la ciencia asumen que en algún momento de su vida van a tener que realizar una estancia en el extranjero. Muchos de los compañeros que he conocido mientras estudiaba el grado de Biología en la Universidad Autónoma de Madrid opinaban que esta etapa se debía de dar durante el posdoc y que, por supuesto, se debía posponer lo máximo posible. Pues bien, este pasado verano descubrí que no podía estar más en desacuerdo con este planteamiento. Y… ¿Cómo cómo me dí cuenta de ello? Cogiendo las maletas tres días después de graduarme como biólogo para después embarcarme en una aventura en Reino Unido.

Durante el verano de 2022, y gracias a las becas del programa Erasmus+ con un convenio entre la UAM y CERU gracias a las becas de movilidad verano-invierno de CERU, tuve la oportunidad de realizar una estancia en el laboratorio de la Dra. Pilar Acedo en el Royal Free Hopsital. Antes de llegar a Londres, sentía mucha intriga debido a que era mi primera vez trabajando en el extranjero y, a su vez, porque estaba saliendo completamente de la famosa “zona de confort”. Sin embargo, desde un primer momento, supe que esta experiencia iba a ser determinante tanto en mi desarrollo como científico como en mi desarrollo personal.

Figura 1: Fotografía de un esferoide formado por células de cáncer de ductos biliares tomada con un microscopio con contraste de fases. Crédito de imagen: Daniel Parra Sánchez.

En el transcurso de esta estancia, he aprendido muchísimo: desde organizar todas mis tareas para solapar experimentos hasta la importancia de los modelos 3D en cáncer. Y es que, en el laboratorio, tanto Pilar como su estudiante de doctorado Andrés García Sampedro me han enseñado que, para testar nuevos fármacos que hagan frente a los cánceres con los que trabajan (cáncer de páncreas y cáncer de vías biliares), es conveniente generar modelos que sean representativos y, a ser posible, mejorar dichos modelos hasta el punto en que algún día no tengamos que utilizar ratones. Durante ensayos in vitro, normalmente las células se siembran en una placa donde forman una lámina sobre la cual se prueba la eficacia de nuevos fármacos. No obstante, esta morfología cambia cuando vemos tumores de pacientes que sufren cáncer: en vez de una única capa, se observan estructuras formadas por varias capas de células. Por ello, la preparación de células cancerosas en 3D (esto es, agregados de células en forma de pelota) simula un entorno biológico más factible con el que podemos obtener resultados más realistas cuando probamos los fármacos.

Mientras realizaba mis experimentos, fui dándome cuenta de la gran oportunidad que estaba teniendo: me encontraba en un grupo multidisciplinar, con personas de distintas nacionalidades, mejorando mis habilidades de comunicación científica… Y, todo esto, en un ambiente de trabajo excepcional. ¿Qué más se puede pedir? Siento que CERU ha tenido un gran impacto y ha contribuido a una gran experiencia tanto personal como laboral en un laboratorio extranjero. El hecho de que mi tutora fuera española ha contribuido a hacreme sentir como en casa pese a estar a 1700 kilómetros de ella.

Por otro lado, considero que Reino Unido ha sido una opción realmente buena para realizar mi estancia. En cuanto llegas a este país, te das cuenta de que la ciencia se hace de una manera que, al menos en mi caso, no conocía. En esta entrada, no voy a debatir el hecho de que en este país las oportunidades para personas con vocación por la carrera investigadora son mucho mayores que en España. Sin embargo, quiero recalcar que lo realmente importante de la ciencia en Reino Unido es que es abierta y que los proyectos no se encuentran encorsetados. Dicho de otro modo, siento que se nos da muchísima libertad como estudiantes a la hora de plantear nuevos experimentos, cambiar parámetros que ya estaban definidos y probar nuestras propias hipótesis. Considero que esta actitud es crucial, ya que estimula nuestro pensamiento crítico y hace que las ideas que generamos sean cada vez más abiertas, disruptivas e innovadoras.

No puedo terminar este artículo sin dar las gracias a CERU, a Pilar, a Andrés y a mi compañera María Rosado por la que ha sido la experiencia que me ha abierto las puertas a la investigación en el extranjero y la que me ha hecho sentir que de verdad me quiero dedicar a la ciencia. ¡Nos vemos pronto!

Figura 2: Fotografía tomada el primer día de mi estancia. De izquierda a derecha y de la fila de atrás hacia adelante: Alex Ney, Ibrahim, Andrés García, Zainab Rai, Joyann Todd, Daniel Parra, María Rosado, Pilar Acedo, Angie Chu, Kristine Bunayog e Ilaria Francescon.

Por Daniel Parra Sánchez (@Dparra_Sci). Estudiante en prácticas en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Unidad de Cáncer de Pulmón H12O-CNIO.

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