Todos tenemos la imagen de la Arqueología como una intensa experiencia en un yacimiento en medio de un exótico país. Posiblemente la primera imagen que se nos viene a la cabeza sea, ¿Egipto? Sin embargo, esta ciencia comprende el estudio del pasado desde distintas perspectivas, y con la aplicación de una gran variedad de técnicas de análisis.
Sin duda, la excavación arqueológica es uno de los trabajos más interesantes y atractivos, pero siempre está acompañado de un intenso trabajo de laboratorio. Una de las aplicaciones más innovadoras y recientes en Arqueología es el estudio de las biomoléculas; desde el ADN de los Neandertales hasta los lípidos conservados en las cerámicas arqueológicas. Posiblemente todos hayamos visto noticias sobre el ADN de los Neandertales y su relación con nuestra especie, pero ¿qué sabemos sobre el estudio de los lípidos? ¿Qué relación tienen con la Arqueología?
Los lípidos, al igual que otras biomoléculas como el ADN, las proteínas o los carbohidratos se conservan a lo largo del tiempo en distintos materiales recuperados en los yacimientos arqueológicos. Los lípidos son un tipo de biomoléculas muy heterogéneas, pero todos ellos con una característica común: son indisolubles en agua. Entre los lípidos se encuentran las grasas animales, hormonas y vitaminas esenciales para el organismo, y también los aceites vegetales, como el aceite de oliva, y las ceras. Mientras que el ADN y las proteínas se recuperan generalmente de los huesos humanos y animales documentados en los yacimientos, los lípidos tienen una peculiaridad muy particular: se conservan no sólo en el material orgánico sino también en otros materiales, como la cerámica. En este punto os preguntaréis: ¿qué particularidad tiene eso? Pues bien, la cerámica no es un material que haya existido durante toda la historia de la Humanidad, sino que surge en distintos momentos y lugares a lo largo de la Prehistoria. Hasta ahora, se había explorado el momento de aparición de las cerámicas en las distintas partes del mundo e incluso la forma, la decoración y las técnicas con las que estaban realizadas. Ahora, el estudio de los lípidos que llevamos a cabo en nuestro grupo de investigación permite analizar también el porqué, es decir, a qué se destinaban estas primeras cerámicas y qué productos eran cocinados.
Pero, ¿cómo se conservan los lípidos en las cerámicas arqueológicas? Durante la elaboración de la cerámica se forman una serie de poros en su microestructura que generalmente sólo son visibles bajo el microscopio. Sin embargo, estos poros se convierten en el lugar perfecto para la conservación de los lípidos procedentes de los alimentos que son cocinados (grasas animales, aceites, etc). Gracias a ello se pueden extraer los lípidos conservados en los poros de la cerámica y llevar a cabo su análisis para así poder reconstruir qué alimentos fueron cocinados en el pasado, y de qué forma.
Análisis de residuos orgánicos: una breve introducción (Early Pottery Research Group – BioArch- Departamento de Arqueología, Universidad de York).
La introducción y aplicación de estas técnicas de análisis biomolecular al estudio de la cerámica arqueológica ha permitido responder, por el momento, a algunas de las incógnitas sobre el origen de esta tecnología. Así por ejemplo, sabemos que las primeras cerámicas aparecieron en el extremo este del continente euroasiático hace 17000 años, y que durante la mayor parte de la Prehistoria, y en muchos lugares hasta algunos milenios después, los grupos humanos vivieron sin utilizar la cerámica. En términos arqueológicos, se trata de una tecnología relativamente reciente y ahora, gracias a la aplicación de los estudios de lípidos en cerámicas arqueológicas, sabemos por qué surgió esta tecnología.
Estos estudios están arrojando nuevas hipótesis sobre aspectos tan interesantes como la aparición y procesado de los lácteos en el continente euroasiático, el uso de determinadas especias en la preparación de los alimentos durante la Prehistoria, e incluso, la aparición de bebidas fermentadas como la hidromiel.
Los continuos avances científicos en estos aspectos arrojarán importante información sobre la aparición de los distintos alimentos y su cocinado durante la Historia de la Humanidad y su impacto en las sociedades pasadas. Somos lo que comemos, y la evolución de las sociedades humanas está claramente determinada por los recursos alimenticios y su procesado. Así, el estudio de las prácticas culinarias a lo largo de la Prehistoria constituye en la actualidad una interesante y novedosa línea de investigación.
Por Dr. Miriam Cubas, investigadora postdoctoral Marie Curie, BioArCh-Departmento de Arqueología, Universidad de York. SRUK Delegación de Yorkshire.
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